sábado, 3 de agosto de 2013

T. S. Eliot (St. Louis, Misuri;1888 - Londres; 4 de enero de 1965)


La tierra baldía

La inhumacion de los muertos ( extracto)

"Abril, es el mes más cruel,esparce
lilas por la tierra muerta,confunde
memoria y deseo,agita
las negras raíces con lluvias de primavera.
El invierno nos mantuvo al abrigo, cubrió
el suelo con una nieve descuidada, dando
un toque de vida a los brotes resecos"

El sermon del fuego


"Una rata se deslizo sigilosa entre la hojarasca
restregando su gruesa barriga por la orilla
mientras yo pescaba en el oscuro canal
una tarde de invierno detrás del gasómetro
cavilando sobre el naufragio de mi hermano el rey
y sobre la muerte ,antes, de mi padre el rey."


Muerte por agua

Flebas el fenicio, quince lunas que yace en tierra.
olvidó el grito de las gaviotas, y el infinito mar
embravecido, y los beneficios y las pérdidas.
un vendaval submarino
desmenuzó sus huesos en un murmullo. Mientras crecía
y decrecía, repasaba las escenas de su vejez y juventud
entrando en el torbellino.
Judío o gentil
Oh tú que haces girar la rueda y vaticinas los vientos
medita sobre Flebas, otrora tan perfecto y alto como tú.



Traduccion de Walter Cassara

The Waste Land

The burial of the dead



"April is the cruellest month, breeding
Lilacs out of the dead land, mixing
Memory and desire, stirring
Dull roots with spring rain.
Winter kept us warm, covering
Earth in forgetful snow, feeding
A little life with dried tubers."

The fire sermon

"A rat crept softly through the vegetation
Dragging its slimy belly on the bank
While I was fishing in the dull canal
On a winter evening round behind the gashouse
Musing upon the king my brother's wreck
And on the king my father's death before him."

Death by water

Phlebas the Phoenician, a fortnight dead,
Forgot the cry of gulls, and the deep seas swell
And the profit and loss.
A current under sea
Picked his bones in whispers. As he rose and fell
He passed the stages of his age and youth
Entering the whirlpool.
Gentile or Jew
O you who turn the wheel and look to windward,
Consider Phlebas, who was once handsome and tall as you.




Correspondencias de La Divina Comedia con La Tierra Baldia

en este caso en las inumacion de los muertos en notas del propio Eliot



 Cf. Infierno, III, 55-57:

sí lunga tratta

di gente, ch’io non averei creduto
che norte tanta n’avesse disfatta.

“y tras ella venía tal hilera
de gente, que jamás yo imaginara
que la muerte pudiese destruirla”.

(Traducción de Ángel J. Battistessa)


65. Cf. Infierno, IV, 25-27:
Quivi, secondo che per ascoltare,
non avea pianto mai che di sospiri
che l’aura eternal facevan tremare.
“Allí, de acuerdo con lo que escuchaba,
no había otro llanto que el de los suspiros
que hacían retemblar el aura eterna”.
(Traducción de Ángel J. Battistessa)


" Ciudad irreal,
bajo la espesa niebla de un alba invernal,
las multitudes fluían por el puente de Londres; eran muchísimos,
nunca creí que la muerte hubiera aniquilado a tantos.
Se desprendían suspiros, breves y entrecortados,
y cada hombre miraba fijamente la punta de sus pies.
Fluían por la pendiente, bajando hacia King William,
donde Santa María Woolnoth daba la hora
con un eco mortecino en el repique final de las nueve."


" Unreal City,
Under the brown fog of a winter dawn,
A crowd flowed over London Bridge, so many,
I had not thought death had undone so many.
Sighs, short and infrequent, were exhaled,
And each man fixed his eyes before his feet.
Flowed up the hill and down King William Street,
To where Saint Mary Woolnoth kept the hours
With a dead sound on the final stroke of nine."




En el capitulo  lo que dijo el trueno

90. Cf. Infierno, XXXIII, 46:
e dio sentí chiavar l’uscio di sotto
all’ orribile torre.
“y yo oí clavar la puerta de abajo
de la horrible torre”.
(Traducción de Ángel J. Battistessa)

Dayadhvam: Escuché la llave
girando en la puerta, girando sólo una vez
pensamos en la llave, cada uno en su cárcel
pensando en la llave, cada uno confirma su cárcel
sólo al crepúsculo, ruidos etéreos
reaniman un poco a un Coriolano deshecho




domingo, 28 de julio de 2013

Francis Ponge (Montpellier, 1899 - Le Bar-sur-Loup, 1988)


Del agua

Más abajo que yo, siempre más abajo que yo está el agua. Siempre la miro con los ojos bajos. Como el suelo, como una parte del suelo, como una modificación del suelo.

Es blanca y brillante, informe y fresca, pasiva y obstinada en su único vicio: el peso; y dispone de medios excepcionales para satisfacer ese vicio: contornea, atraviesa, corroe, se infiltra.

En su propio interior funciona también el vicio: se desfonda sin cesar, renuncia a cada instante a toda forma, sólo tiende a humillarse, se acuesta boca abajo en el suelo, casi cadáver, como los monjes de ciertas órdenes. Cada vez más abajo: tal parece ser su divisa: lo contrario de excelsior.

***

Casi se podría decir que el agua está loca, por esa histérica necesidad de no obedecer más que a su peso, que la posee como una idea fija.

Es verdad que todas las cosas del mundo conocen esa necesidad, que siempre y en todas partes debe satisfacerse. Este armario, por ejemplo, se muestra muy testarudo en su deseo de adherirse al suelo, y si algún día llega a encontrarse en equilibrio inestable preferirá deshacerse antes que oponérsele. Pero, en fin, hasta cierto punto juega con el peso, lo desafía: no se está desfondando en todas sus partes; la cornisa, las molduras no se prestan a ello. Hay en el armario una resistencia en beneficio de su personalidad y de su forma.

Líquido es, por definición, lo que prefiere obedecer al Peso para mantener su forma, lo que rechaza toda forma para obedecer a su peso. Y lo que pierde todo su aplomo por obra de esa idea fija, de ese escrúpulo enfermizo. De ese vicio, que lo convierte en una cosa rápida, precipitada o estancada, amorfa o feroz, amorfa y feroz, feroz taladro, por ejemplo, astuto, filtrador, contorneador, a tal punto que se puede hacer de él lo que se quiera, y llevar el agua en caños para después hacerla brotar verticalmente y gozar por último de su modo de deshacerse en lluvia: una verdadera esclava.

...Sin embargo el sol y la luna le envidian esta influencia exclusiva, y tratan de mortificarla cuando, por ocupar grandes extensiones, les presenta un fácil blanco, o cuando se encuentra en estado de menor resistencia, dispersa en delgados aguazales. El sol le arranca entonces mayor tributo. La obliga a un perpetuo ciclismo, la trata como a una ardilla en su rueda.

***

El agua se me escapa... se me escurre entre los dedos. ¡Y no sólo eso! Ni siquiera resulta tan limpia (como un lagarto o una rana): me deja huellas en las manos, manchas que tardan relativamente mucho en desaparecer o que tengo que secar. Se me escapa, y sin embargo me marca; y poca cosa puedo hacer en contra.

Ideológicamente es lo mismo: se me escapa, escapa de toda definición, pero deja en mi espíritu, y en este papel, huellas, huellas informes.

***

Inquietud del agua: sensible al menor cambio de declive. Que salta las escaleras con los dos pies al mismo tiempo. Que, pueril de obediencia, abandona en seguida sus juegos cuando la llaman cambiándole la dirección de la pendiente.


Traducido por Jorge Luis Borges

Publicado en la Revista Sur, Buenos Aires, Año, XVI, N° 147-148-149, enero, febrero, marzo de 1947


De L'Eau

Plus bas que moi, toujours plus bas que moi se trouve l’eau. C’est toujours les yeux baissés que je la regarde. Comme le sol, comme une partie du sol, comme une modification du sol.

Elle est blanche et brillante, informe et fraîche, passive et obstinée dans son seul vice : la pesanteur; disposant de moyens exceptionnels pour satisfaire ce vice : contournant, transperçant, érodant, filtrant.

À l’intérieur d’elle-même ce vice aussi joue : elle s’effondre sans cesse, renonce à chaque instant à toute forme, ne tend qu’à s'humilier, se couche à plat ventre sur le sol, quasi cadavre, comme les moines de certains ordres. Toujours plus bas : telle semble être sa devise : le contraire d’excelsior.

***

On pourrait presque dire que l'eau est folle, à cause de cet hystérique besoin de n'obéir qu'à sa pesanteur, qui la possède comme une idée fixe.

Certes, tout au monde connaît ce besoin, qui toujours et en tous lieux doit être satisfait. Cette armoire, par exemple, se montre fort têtue dans son désir d’adhérer au sol, et si elle se trouve un jour en équilibre instable, elle préférera s’abîmer plutôt que d’y contrevenir. Mais enfin, dans une certaine mesure, elle joue avec la pesanteur, elle la défie : elle ne s’effondre pas dans toutes ses parties, sa corniche, ses moulures ne s’y conforment pas. Il existe en elle une résistance au profit de sa personnalité et de sa forme.

Liquide est par définition ce qui préfère obéir à la pesanteur, plutôt que maintenir sa forme, ce qui refuse toute forme pour obéir à sa pesanteur. Et qui perd toute tenue à cause de cette idée fixe, de ce scrupule maladif. De ce vice, qui le rend rapide, précipité ou stagnant; amorphe ou féroce, amorphe et féroce, féroce térébrant, par exemple; rusé, filtrant, contournant; si bien que l’on peut faire de lui ce que l’on veut, et conduire l’eau dans des tuyaux pour la faire ensuite jaillir verticalement afin de jouir enfin de sa façon de s’abîmer en pluie : une véritable esclave.

... Cependant le soleil et la lune sont jaloux de cette influence exclusive, et ils essayent de s’exercer sur elle lorsqu’elle se trouve offrir la prise de grandes étendues, surtout si elle y est en état de moindre résistance, dispersée en flaques minces. Le soleil alors prélève un plus grand tribut. Il la force à un cyclisme perpétuel, il la traite comme un écureuil dans sa roue.

***

L’eau m’échappe... me file entre les doigts. Et encore ! Ce n’est même pas si net (qu’un lézard ou une grenouille) : il m’en reste aux mains des traces, des taches, relativement longues à sécher ou qu’il faut essuyer. Elle m’échappe et cependant me manque, sans que j’y puisse grand chose.

Idéologiquement c’est la même chose : elle m’échappe, échappe à toute définition, mais laisse dans mon esprit et sur ce papier des traces, des taches informes.

***

Inquiétude de l’eau : sensible au moindre changement de la déclivité. Sautant les escaliers les deux pieds à la fois. Joueuse, puérile d’obéissance, revenant tout de suite lorsqu’on la rappelle en changeant la pente de ce côté-ci.


Los placeres de la puerta


Los reyes no tocan las puertas.

No conocen esa felicidad: empujar hacia adelante con suavidad o violencia uno de esos grandes tableros familiares, volverse hacia él para ponerlo otra vez en su lugar: tener en nuestros brazos una puerta.

La felicidad de empuñar por su nudo de porcelana el vientre de uno de esos altos obstáculos de una sola pieza; ese rápido cuerpo a cuerpo mediante el cual, detenido el andar por un instante, la mirada se extiende y el cuerpo entero se acomoda a su nueva habitación.

Con una mano amistosa la reitene aún, antes de volver a empujarla con decisión y encerrarse: de lo que el ruido del pestillo potente pero bien aceitado le ofrece agradable confirmación

Es plaisirs de la porte

Les rois ne touchent pas aux portes.
Ils ne connaissent pas ce bonheur: pousser devant soi avec douceur ou rudesse l'un de ces grands panneaux familiers, se retourner vers lui pour le remettre en place, - tenir dans ses bras une porte.
Le bonheur d'empoigner au ventre par son nœud de porcelaine l'un de ces hauts obstacles d'une pièce; ce corps à corps rapide par lequel un instant la marche retenue, l'œil s'ouvre et le corps tout entier s'accommode à son nouvel appartement.
D'une main amicale il la retient encore, avant de la repousser décidément et s'enclore, - ce dont le déclic du ressort puissant mais bien huilé agréablement l'assure.

De " Le parti pris des choses"

Beatriz Vignoli ( Rosario, Santa Fe, Argentina, 1965)


La guerra de los tontos

Dinamitamos antes de cruzarlo
el puente, el bello puente
que habíamos construido.

El puente sobre el río del olvido era.

Ahora, moriremos olvidados.
Muramos ya, y de esto.

El pino

Apagué los motores
y anduve a la deriva
¿cuántos años anduve
a la deriva, el motor apagado, ni
impulso ni gobierno, sin dirección?

Me recuerdo leyendo neones
a la vera de avenidas
desiertas. ¿Cómo pudo
nevarme encima todo este cansancio?
¿Cómo pudo acumularse, quedar ahí toda la vida?

Sacudo la cabeza como un pino. La nieve
no se va.

De Viernes (2001)

Funcion de la lirica

Mi padre agonizaba
en un sanatorio con TV por cable.
Puse el canal de ópera
para amortiguar sus alaridos constantes.
Justo cuando Rigoletto abraza el cadáver
de su hija, debí tenerlo al viejo
para que no se cayera de la cama:
la doble simetría de la escena
me la volvió soportable.


Señora Robinson

Escribo,
escribo a máquina:
cada letra es un disparo en la noche.


Cool Light

Un farol redondo de luz fría
se ilumina a sí mismo;
no alumbra nada fuera de su esfera.

Ha quedado vacía
la noche alrededor.

Roberto Daniel Malatesta (Santa Fe, 1961)



La confianza de los pájaros

Una cardenilla y un cachilo casi a mis pies.
Yo no me muevo,
todo movimiento
sería
una desconsideración.
Empero esta obligada quietud
es mi mayor libertad,
hace que me reconozca contenido
en un espacio sin lindes.
Siento que al saberlo
la brisa de la mañana
también lo sabe.
No es extraño
que esta sabiduría
hija del espíritu
sea la madre
de la confianza de los pájaros


Un simple espectáculo

Mi hija y yo observamos cómo entrenan perros.
No es por interés en el asunto,
es cierto que nos gustan mucho los animales,
hoy estamos aquí sin más cuestiones.
Apacible espectáculo:
hombres y bestias,
viento y un cielo gris,
luz a lo lejos, en los bordes,
donde quiebran las nubes.
Estamos bien aquí,
la tarde nos parece inmejorable,
echados en el pasto sin nada que hacer,
nada podría resultar mejor, tanto que
yo no sé qué es esto, cómo denominarlo,
si felicidad, busco el cómo y el porqué
sin nombre alguno todo me desborda,
sin nombre alguno, no está mal, mejor así.
Todo es inmensidad:
el pasto, el viento, la luz,
Todo importa, empero, nada es importante:
sólo grande y sin peso.
Estamos bien aquí.


Mientras el otoño

Mientras el otoño
ocupa su lugar
en el hueso tibio de las cosas,
yo, como quien se sienta a ver
un espectáculo,
espero a que la poesía dé comienzo.

Austera y espléndida
unida a la osamenta fría del otoño,
casi al trasluz de las palabras.

de "Cuadernos de no hacer nada"


Mi hijo y el perro viejo


Mi hijo identifica al perro viejo como suyo,
dice que el nuevo es mío, y a mí me da tristeza.
Pudo haber elegido al joven, pero no, escogió al viejo
que pronto va a morir, y si la muerte es triste
la inocencia de mi hijo le añade un tristísimo elemento.
Se sabe que la muerte cría a su alrededor
colonias de animales melancólicos
y en cada rincón reproduce un símil de sí misma,
falsas muertes que cumplen la misión de ofuscarnos.
Yo quisiera evitarle un pesar a mi hijo,
mas no consigo sino acongojarme.
Hoy jugamos a la pelota y yo perdía siempre,
mirando a los rincones, desatento.
El se rió mucho, ríe y piensa en su perro.
Puede lo que yo no, cree sólo en la vida.


Dormir sobre una piedra

Hoy dormí sobre una piedra,
sobre la misma piedra dormía el sol,
el sol y la piedra eran mi lecho
yo no tenía otra visión que el cielo,
no tenía otro pensamiento que un cielo sin nubes.
Pronto apareció un grupo de aves,
creí que se trataba de nuevos pensamientos
pero eran aves reales, pude oír sus gritos,
giraban en círculo, quizás sospechaban que estaba muerto,
seguramente eso creían pues moví una pierna
y luego moví otra pierna
y las aves desaparecieron.
Regrese entonces a mi único pensamiento
y al sonido único que era el del viento,
a la sensación una del sol de la piedra.
Me hallaba en otro sitio,
en un solo y único otro sitio,
estaba en una piedra y nadie podía hallarme
nadie podía molestarme excepto las aves
que pronto regresarían a verificar
si al fin me había muerto.

sábado, 27 de julio de 2013

Marina Serrano ( 1973 Quequén, Provincia de Buenos Aires)



Sálvate a ti mismo y baja de la cruz.

EVANGELIO DE MARCOS



MOVIDOS por ese tremendo tirón en el pecho
ponen fin los hombres a todas sus historias.
Y Dios los hace agusanar en la tierra
para que aprendan
a no escuchar consejos, ni siquiera de su boca,
para que aprendan
a tomar la decisión
de pudrirse, o rearmar el presente,
o morir,
pero nunca abandonarse a la salvación.

.........................................

La leche que acaba de salir de esa arteria
tiene una significación precisa.

EVANGELIO ARMENIO DE LA INFANCIA


¿CÓMO puede ser
carne que late y cabe en las manos, hijo mío?
No me refugio en el desierto
porque no soy creyente
y no lo seré
sino hasta los días cercanos a mi muerte.
No me refugio en el desierto
ni espero ángeles,
asumo la vida, los errores
de hombres que intercambian hijos
entre barrotes de cunas frías
alineando sus cuerpos hepáticos mientras inscriben
el nombre del hijo.
A esta criatura olivácea, escuálida,
deberé alimentar hasta que muera
ella o yo.
¿Quién concibe a los hombres
si no existe Dios?


Del libro "La unica cosa necesaria"

martes, 23 de julio de 2013

Ferreira Gullar (Sâo Luís do Maranhão, Brasil , 1930)



Lecciones de un gato siamês


Recién lo ahora sé

que existe la eternidad :

es la duración

finita

de mi precariedad


El tiempo fuera

de mí

es relativo

pero no el tiempo vivo:

ese es eterno

porque afectivo

- Dura eternamente

mientras vivo


Y como no vivo

mas allá de lo que vivo

no es

tiempo relativo:

dura en sí mismo

eterno (y transitivo)


*publicados en “Muitas Vozes”:





A lição de um gato siamês


Só agora sei
que existe a eternidade:
é a duração
finita
da minha precariedade

O tempo fora
de mim
é relativo
mas não o tempo vivo:
esse é eterno
porque afetivo
— dura eternamente
enquanto vivo

E como não vivo
além do que vivo
não é
tempo relativo:
dura em si mesmo
eterno (e transitivo)

domingo, 21 de julio de 2013

Sara Teasdale ( St. Louis, Missouri , 1884 ; New York City 1933)




Llegaran suaves lluvias


Llegarán suaves lluvias y el olor de la tierra,
Y golondrinas dando vueltas con sus débiles sonidos;

Y ranas en los estanques cantarán por la noche,
Y ciruelos silvestres de trémulo blanco.

Los petirrojos vestirán su emplumado fuego,
Silbando sus caprichos sobre una baja alambrada.

Y nadie sabrá de la guerra, nadie
Se preocupará al final cuando haya concluido.

A nadie le importaría, ni a pájaro ni a árbol,
Si la humanidad pereció completamente;

Y la Primavera misma, cuando despierte al amanecer
Apenas se daría cuenta que nos hemos ido.



Traducción: Juan Carlos Villavicencio.




There will come soft rains

There will come soft rains and the smell of the ground,
And swallows circling with their shimmering sound;

And frogs in the pools singing at night,
And wild plum trees in tremulous white;

Robins will wear their feathery fire,
Whistling their whims on a low fence-wire;

And not one will know of the war, not one
Will care at last when it is done.

Not one would mind, neither bird nor tree,
If mankind perished utterly;

And Spring herself, when she woke at dawn
Would scarcely know that we were gone.