sábado, 11 de septiembre de 2021

Anna Swir ( 1909, Varsovia,1984, Cracovia )

 


Igual por dentro

 

Mientras iba a tu casa para un banquete de amor

vi en una esquina

a una vieja mendiga.

Tomé su mano,

besé su mejilla delicada,

hablamos, ella era

por dentro igual a mí,

de la misma especie,

lo sentí instantáneamente,

como un perro reconoce por el olor

a otro perro.

Le di dinero,

no podía separarme de ella.

Después de todo, una necesita

la proximidad de alguien semejante.

Y entonces ya no supe

por qué estaba yendo a tu casa.

   

Sandalias de playa

 

Nadé lejos de mí mismo.
No me llames.
Nada lejos de ti también.

Nos alejaremos nadando, dejando nuestros cuerpos
en la orilla
como un par de sandalias de playa.

 

 

NO PUEDO

Te envidio. Cada momento
puedes dejarme.

No puedo
dejarme.

 

HAY UNA LUZ EN MI

Ya sea de día o de noche
siempre llevo dentro
una luz.
En medio del ruido y la confusión
llevo el silencio.
Siempre llevo luz y silencio.

 

 

Eso no sería bueno

Cuando estoy solo,
tengo miedo de darme la vuelta
demasiado rápido.


Después de todo, lo que tengo detrás puede que no esté listo
para tomar una forma adecuada
para los ojos humanos.

Y eso no estaría bien.

 

 

A lo que es más importante

 

 

Si pudiera cerrar los
ojos, los oídos, las piernas, las manos
y caminar dentro de mí
durante mil años,
tal vez alcanzaría
—no sé su nombre—
lo que más importa.

 

sábado, 4 de septiembre de 2021

Marta Cwielong ( Longchamps 1952- 2021)




la nada

es un lugar cercano

al corazón

................

te amaré

con la tristeza

de lo irrepetible

 

De "La orilla", Ediciones del Dock, 2016.le

 


jueves, 2 de septiembre de 2021

Jorge Vocos Lescano ( Río Segundo 1924 , Buenos Aires 1989 )



Yo te decía


Yo te decía: no pienses.
Pero te ardían las sienes.

Ahora soy yo quien lleva
por la memoria una hoguera.

No pienses, yo te decía.
Pero tus ojos ardían.

Y soy yo quien lleva ahora
la hoguera por la memoria

del libro "Día tras día" 

Maillard, Chantal (1951 , Bruselas )

 













Matar a Platón ( fragmento)


No existe el infinito:
el infinito es la sorpresa de los límites.
Alguien constata su impotencia
y luego la prolonga más allá de la imagen, en la idea, y nace el infinito.
El infinito es el dolor
de la razón que asalta nuestro cuerpo.
No existe el infinito, pero sí el instante:
abierto, atemporal, intenso, dilatado, sólido;
en él un gesto se hace eterno.