En el retrato luce joven
con la blusa
el peinado y el gesto
de otra época.
Sin embargo
está ausente la alegría
de aquellos que tienen
todo por delante.
Si ocurriera el milagro
de volverla a la vida
¿sería afectuosa su mirada?
¿O sería levemente irónica
como la que una muchacha brinda
a un hombre mayor
a quien respeta?
¿Me reconocería en esta edad
que me encuentra
haciendo cuentas con el misterio?
Con nuestros recuerdos
traicionamos al tiempo.
Imágenes
que traen desconsuelo.
A
modo de retrato de María Elena Romero
Ella
soñaba hacer el amor con el Che
y
contra eso no se podía competir
yo
no era un héroe aun
y
él solo moraba en la mitología.
Nos
supusimos adultos
pero
solo fueron juegos infantiles
nuestros
cuerpos inexpertos
no
lograron encontrarse.
Ella
sabe que ya no está
pero
no deja de invitarme
todavía
la veo en la esquina
con
su mirada paciente
y
me pregunto
si
el horror ya percibía.
Cuarenta
años antes
nuestras
armas eran las consignas
y
algunos libros apenas leídos.
Así
y todo
temerarios
desde la cuna
nos
rebelamos frente a las sombras
con
inocencia provinciana.
Si
ella viera el mundo hoy
con
los ojos con que yo lo veo
me
pregunto
de
qué color sería su sonrisa.
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