martes, 23 de julio de 2013

Ferreira Gullar (Sâo Luís do Maranhão, Brasil , 1930)



Lecciones de un gato siamês


Recién lo ahora sé

que existe la eternidad :

es la duración

finita

de mi precariedad


El tiempo fuera

de mí

es relativo

pero no el tiempo vivo:

ese es eterno

porque afectivo

- Dura eternamente

mientras vivo


Y como no vivo

mas allá de lo que vivo

no es

tiempo relativo:

dura en sí mismo

eterno (y transitivo)


*publicados en “Muitas Vozes”:





A lição de um gato siamês


Só agora sei
que existe a eternidade:
é a duração
finita
da minha precariedade

O tempo fora
de mim
é relativo
mas não o tempo vivo:
esse é eterno
porque afetivo
— dura eternamente
enquanto vivo

E como não vivo
além do que vivo
não é
tempo relativo:
dura em si mesmo
eterno (e transitivo)

domingo, 21 de julio de 2013

Sara Teasdale ( St. Louis, Missouri , 1884 ; New York City 1933)




Llegaran suaves lluvias


Llegarán suaves lluvias y el olor de la tierra,
Y golondrinas dando vueltas con sus débiles sonidos;

Y ranas en los estanques cantarán por la noche,
Y ciruelos silvestres de trémulo blanco.

Los petirrojos vestirán su emplumado fuego,
Silbando sus caprichos sobre una baja alambrada.

Y nadie sabrá de la guerra, nadie
Se preocupará al final cuando haya concluido.

A nadie le importaría, ni a pájaro ni a árbol,
Si la humanidad pereció completamente;

Y la Primavera misma, cuando despierte al amanecer
Apenas se daría cuenta que nos hemos ido.



Traducción: Juan Carlos Villavicencio.




There will come soft rains

There will come soft rains and the smell of the ground,
And swallows circling with their shimmering sound;

And frogs in the pools singing at night,
And wild plum trees in tremulous white;

Robins will wear their feathery fire,
Whistling their whims on a low fence-wire;

And not one will know of the war, not one
Will care at last when it is done.

Not one would mind, neither bird nor tree,
If mankind perished utterly;

And Spring herself, when she woke at dawn
Would scarcely know that we were gone.

Robert Lee Frost ( San Francisco 1874 - Boston 1963)




El camino que no tomé


Dos caminos se abrían en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder seguir los dos
Siendo un solo paseante, me detuve un buen tiempo
Y contemplé  a uno hasta donde podía
Divisarlo entre medio de la ocre espesura;

Luego fui por el otro, que era también hermoso,
Y quizás poseía más derechos que aquel,
Porque la hierba más alta pedía un mayor uso;
Aunque a decir verdad, uno y otro mostraban
Mas o menos el mismo transito de pisadas.

Y a ambos esa mañana los cubrían las hojas,
Que ningún paso aun había ennegrecido.
¡Yo deje el primero para algún otro día!
Sabia, sin embargo, que un camino a otro lleva,
Y en el fondo dudaba que alguna vez volviera.
                                   
Seguiré contando esto, lo sé, con un suspiro,
En cualquier otro sitio, luego de largos siglos:
Dos caminos se abrían en un bosque ¿y yo?
Yo fui por donde había menos huellas humanas,
Y en eso , al fin, estriba toda la diferencia.

Traducido por Camila Evia. Publicado en la Revista Buenos Aires Poetry numero 2

The Road Not Taken


Two roads diverged in a yellow wood,
And sorry I could not travel both
And be one traveler, long I stood
And looked down one as far as I could
To where it bent in the undergrowth;
Then took the other, as just as fair,
And having perhaps the better claim,
Because it was grassy and wanted wear;
Though as for that the passing there
Had worn them really about the same,
And both that morning equally lay
In leaves no step had trodden black.
Oh, I kept the first for another day!
Yet knowing how way leads on to way,
I doubted if I should ever come back.
I shall be telling this with a sigh
Somewhere ages and ages hence:
Two roads diverged in a wood, and I—
I took the one less traveled by,
And that has made all the difference.



Fuego y Hielo

Unos dicen que el mundo terminará en fuego,
otros dicen que en hielo.
Por lo que he gustado del deseo,
estoy con los partidarios del fuego.
Pero si tuviera que sucumbir dos veces,
creo saber bastante acerca del odio
como para decir que en la destrucción el hielo
también es poderoso
Y bastaría.

version de E.L. Revol

Fire and Ice

Some say the world will end in fire,
Some say in ice.
From what I've tasted of desire
I hold with those who favor fire.
But if it had to perish twice,
I think I know enough of hate
To say that for destruction ice
Is also great
And would suffice.

Segando

No había en el bosque otro sonido, sólo uno,
el de mi larga guadaña susurrándole al suelo.
¿Qué le susurraba? Ni yo mismo lo sabía;
quizás algo sobre el calor del sol,
algo, quizás, sobre la falta de sonido–
y por eso susurraba en vez de hablar.
No era un sueño sobre el premio de horas ociosas,
o del oro fácil en la mano de un hada o elfo:
cualquier cosa que no fuera la verdad habría parecido muy débil
al amor serio que dispuso el valle en filas,
no sin tallos de flores con espinas débiles
(pálidas orquídeas), y asustó a una brillante serpiente verde.
El hecho es el sueño más dulce que el trabajo conoce.
Susurró mi larga guadaña y dejó el heno por hacer.


Traducido por Griselda Garcia

Mowing

There was never a sound beside the wood but one,
And that was my long scythe whispering to the ground.
What was it it whispered? I knew not well myself;
Perhaps it was something about the heat of the sun,
Something, perhaps, about the lack of sound—
And that was why it whispered and did not speak.
It was no dream of the gift of idle hours,
Or easy gold at the hand of fay or elf:
Anything more than the truth would have seemed too weak
To the earnest love that laid the swale in rows,
Not without feeble-pointed spikes of flowers
(Pale orchises), and scared a bright green snake.
The fact is the sweetest dream that labor knows.
My long scythe whispered and left the hay to make.


lunes, 15 de julio de 2013

Conrad Aiken (Savannah, Georgia 1889-1973)



El cuarto

A través de esa ventana - estando extinguido todo lo demás,
Salvo ella y yo - vi la lucha
De la tiniebla contra la tiniebla. Dentro del cuarto
Dio vueltas y vueltas , y bajó en picada. Entonces vi
Cómo el orden podría - si el caos lo deseaba - surgir;
Y vi la tiniebla aplastarse sobre sí misma,
Contrayéndose vigorosamente; era como si
Se matara a sí misma, lentamente, y con mucho dolor.
Dolor. La escena era dolor y nada más que dolor.
¿Qué más, cuando el caos atrae todas las fuerzas a su interior
Para modelar una sola hoja?...

Pues la hoja llegó,
Sola y resplandeciente en el cuarto vacío;
Tras un momento el vástago brotó hacia abajo de ella;
Y del vástago, una rama; y luego el tronco,
Pesado y tosco; y por último la sola raíz negra.
La raíz negra rajó las paredes. Las ramas reventaron la ventana:
El gran árbol tomó posesión.

¡Arbol de los árboles!
Recuerda (cuando llegue el momento) cómo el caos murió
Para modelar la hoja resplandeciente. Vuélvete luego, ten coraje,
Reúne brazos y raíces, que el pesar
Te convulsione y de la forma haz reaparecer el caos.
Estaré observando entonces como observo ahora.
Alabaré la tiniebla ahora, pero entonces la hoja.

traducción de E.L. Revol


The Room

Through that window — all else being extinct / Except itself and me —I saw the struggle / Of darkness against darkness. Within the room / It turned and turned, dived downward. Then I saw / How order might — if chaos wished — become: / And saw the darkness crush upon itself, / Contracting powerfully; it was as if / It killed itself, slowly: and with much pain. / Pain. The scene was pain, and nothing but pain. / What else, when chaos draws all forces inward / To shape a single leaf?... // For the leaf came / Alone and shining in the empty room; / After a while the twig shot downward from it; / And from the twig a bough; and then the trunk, / Massive and coarse; and last the one black root. / The black root cracked the walls. Boughs burst the window: / The great tree took possession. // Tree of trees! / Remember (when time comes) how chaos died / To shape the shining leaf. Then turn, have courage, / Wrap arms and roots together, be convulsed / With grief, and bring back chaos out of shape. / I will be watching then as I watch now./ I will praise darkness now, but then the leaf.

domingo, 14 de julio de 2013

Jacques Prévert (Neuilly-sur-Seine, 1900 - París, 1977)




El gato y el pajaro

Un pueblo escucha desolado
el canto de un pájaro herido.
Es el único pájaro del pueblo
y es el único gato del pueblo
que lo ha devorado a medias.
Y el pájaro cesa de cantar
el gato cesa de ronronear
y de relamerse el hocico.
Y el pueblo le hace al pájaro
maravillosos funerales.
Y el gato que está invitado
marcha detrás del pequeño ataúd de paja
donde el pájaro muerto está estirado
llevado por una niñita
que no deja de llorar.
Si hubiera sabido que eso te daba tanta pena,
le dice el gato,
me lo hubiera comido del todo
y después te hubiera contado
que lo había visto volarse
volarse hasta el fin del mundo
allá donde es tan lejos
que nunca se vuelve.
Tu hubieras tenido menos pena
Simplemente tristeza y aflicción

Nunca hay que hacer las cosas a medias.


Le Chat et l'Oiseau

Un village écoute désolé
Le chant d'un oiseau blessé
C'est le seul oiseau du village
Et c'est le seul chat du village
Qui l'a à moitié dévoré
Et l'oiseau cesse de chanter
Le chat cesse de ronronner
Et de se lécher le museau
Et le village fait à l'oiseau
De merveilleuses funérailles

Et le chat qui est invité
Marche derrière le petit cercueil de paille
Où l'oiseau mort est allongé
Porté par une petite fille
Qui n'arrête pas de pleurer
Si j'avais su que cela te fasse tant de peine
Lui dit le chat
Je l'aurais mangé tout entier
Et puis je t'aurais raconté
Que je l'avais vu s'envoler
S'envoler jusqu'au bout du monde
Là-bas c'est tellement loin
Que jamais on n'en revient
Tu aurais eu moins de chagrin
Simplement de la tristesse et des regrets

Il ne faut jamais faire les choses à moitié

sábado, 13 de julio de 2013

Maria Teresa Andruetto ( Arroyo Cabral, Argentina, 1954)

Desnuda en la tienda

No era coqueta
Era fuerte.



June Jordan

Necesito ropa, dijiste. Una blusa
alegre, de color subido. Y fuimos
a la tienda. La chica que nos llevó
a los vestidores se llamaba Tula.
Te queda rico, dijo, te queda de novela.
Nos metimos las dos en esa caja,
entrábamos apenas.

Como no había asientos ni percheros
te ofrecí mis brazos.

Te sacaste el vestido, la campera,
te sacaste la blusa, las hombreras,
te sacaste el turbante, la remera,
te sacaste el corpiño, la bolsita de mijo,
te miraste al espejo y me miraste
y yo vi tu pecho crudo, las costillas
al aire, y después tu corazón
como una piedra, fuerte y fatal
como una piedra.


Kodak


Yo miraba,
tras la lente de una Kodak
con la que él sacó fotos de la guerra,
antes que la muerte disolviera
sus pupilas y delegara en mis ojos
el dolor de mirarme devastada
por la ausencia.

De Kodak


Ahora que viene el tiempo de los pájaros


Ahora que viene el tiempo de los pájaros
y de los brotes en las ramas y la blancura
del almendro,

ahora que salgo al aire por las tardes
y riego plantas y veo cómo la tierra bebe
el agua,

ahora que se agitan las polleras
al murmullo de la brisa,

ahora que los niños conquistan el baldío
y construyen refugios y saltan vallas,

ahora que en el barrio las mujeres se sientan
a la sombra de los fresnos y toman mate
y hablan,

yo miro a cada instante hacia el Oeste, hacia
tu casa.


Primavera de 1992.
In memoriam Clara Crimberg.

del libro PAVESE y otros poemas

miércoles, 10 de julio de 2013

Luljeta Lleshanaku (Elbasan, Albania , 1968)


Los rezos secretos




En mi familia
las oraciones se rezaban en secreto,
suavemente murmuradas bajo las mantas
y la congestión nasal,
un suspiro antes y un suspiro después
como finos apósitos esterilizados.

En el exterior de la casa
había una escalera de madera
apoyada todo el año contra la pared,
lista para reparar en agosto las tejas antes de las lluvias.
Nunca ningún ángel la subió
y ningún ángel la bajó,
sólo hombres que sufrían de ciática.

Se rezaba para tener un vislumbre de Ellos
en la esperanza de poder renegociar los contratos
o postergar los plazos.

"Señor, dame fuerzas", decían,
puesto que descendían de Esau
y tenían que contentarse con la bendición
concedida por Jacob,
la bendición de la espada.

En casa, rezar se consideraba una debilidad
lo mismo que hacer el amor.
Y al igual que hacer el amor
seguía después la larga
noche fría del cuerpo.


Versión de Jesús Jiménez Domínguez


Ellos se apresuran a morir

Mueren uno tras otro;
arrojar tierra sobre ellos se ha vuelto tan común
como echar sal a la comida.

Son todos de la misma generación, mi familia,
o para ser más exactos, de la misma época,
y los hijos de una época son como perros atados a un trineo:
en su búsqueda de oro
o corren todos o caen juntos.

No es matemática,
es como un peine, un peine que domará un cabello rebelde,
después un amor loco, ante el espejo.

version de Yannis Ops