domingo, 10 de junio de 2012

Carlos E. Urquia (1921,San Fernando 2003)




Conocimiento
a Emilio De Mattei


Estuvo conectada mucho tiempo
arrimada a la lluvia.

Conociendo su cara
para subir en cada primavera.

Una vez fue la risa
la memoria.

Estar desnuda por los nacimientos
seguir la variedad de las semillas.

Se ató a la vida
era sus frascos inconscientes.

La ranura que deja la existencia
después de su fricción.

Cuando la conocí
ya era mi madre.

miércoles, 6 de junio de 2012

Daniel Oblitas (Lima 1983, Buenos Aires 2011)


Despierto frío


de un sueño pantanoso

el barro me chupa
reptiles hambrientos
mandan lenguetazos

le pido al cielo
que envíe ángeles
pero surge la tempestad
y el fango se hincha...

inedito

Toda mía tu naturaleza

como un mono perezoso
en su rama favorita
no te pido que seas mi árbol
solo que cada fruto tuyo
caiga en mi boca
y que sus hojas siempre guarden el rocio

Cabello solar

me haces dormir
bañado de luz
meciéndome
en la superficie de un oceano


Durmiendo de día

al abrir los ojos
los sueños se pierden
como una descarga eléctrica
y el humo que sale de mis pestañas
se desvanece con los fantasmas en la luz

duermo de día
espero la noche
mi cama se niega a soltarme
con sus frazadas me atrapa
tomando la forma de mi cuerpo

despertar solo
es como perderse en un desierto
el agua que crees ver
no es más que la misma arena
que te raspa la garganta

pero al lado de tu cuerpo
la naturaleza es aun más salvaje
y tengo ganas
de que cada respiración
sea como un tornado
que vuelve a enredarme los cabellos

La resignación

como miembro vitalicio
de la clase laboral
me resigno a estar en el mostrador
saludando cordialmente a los parroquianos

pero les confieso:
me gustaría ser el hijo de Al Capone
vivir de su patrimonio
apadrinando fiestas indecorosas

dándole de beber
a cualquier sediento
cansado de su condición


Aneurisma

Ellos ya me creen dormido
hablan de sondear la arteria
abriéndome la espalda a pinchazos
y el mar golpeándome el pecho
en este quirófano invernal

adormecida carne
servida en la camilla
donde la hoja del bisturí
mortaja con su ciencia

y más allá de toda esta anestesia
sé que volveré a ver mi horizonte
de pie ante el suelo que me enseño a caminar

abatidos los parpados
descienden como cascadas
de una blanca luz artificial
en áridas montañas
grises por un cielo seco

mientras un viento me tira de los pelos
abrazo una gigante piedra
y le pido que me lleve
a un pacífico océano
donde pueda sumergirme
y luego volver a la superficie

al despertar
cobijado por las frazadas
la ventana trasluce la noche
con un sosiego celeste
y siento el céfiro labial
de un beso húmedo

Regocijado en la pereza

no pretendo alterar algo
ni dejar descendencia
pero quiero seguir mirando

rascarme la barriga
mientras el sol
atraviesa mis ventanas

el viento hace flamear las cortinas
también mis hojas
y las vibraciones de los parlantes
marcándome el ritmo cardiaco

haciendo nada
mientras todo está encendido
mudo el televisor
transmitiendo la hecatombe

navego en el computador
sobre una silla giratoria
deseando un aire acondicionado



De : Céfiro Labial (Huesos de Jibia 2011)

Bio

Nací en Lima –Perú el 6 de febrero de 1983
Resido en la Argentina hace 10 años.
Llegué a este país en un bus naranja oxidado.
En los tres largos días de viaje no paramos de beber chicha
ni de entonar canciones del Zambo Cavero.
El chofer también bebía y los caminos se hacían abismales
las ruedas patinaban sobre el barro pantanoso de las rutas sin asfalto.
Y yo pensaba en ella, en ese aroma del mar pacifico
También recordaba con odio a esa vieja cristiana de su madre
que le decía que yo era un hereje bueno para nada.
Y en el milico de su viejo que me miraba con desconfianza
por saber andar con los cholos cantando huaynos.
En ese bus todos huían de algo, sus rostros lo decían
yo también, pero no determinaba cual de las dos razones
era la causante de mi partida.
Hasta que llegué a Retiro y me recibió mi padre, en su casa nos esperaba el asado y el vino.
Nos sentamos a la mesa y él masticando un trozo de carne
me dijo que en este lugar había que hacer patria con las fuerza de nuestros brazos
mientras lo escuchaba
pensaba que debía haberme quedado con mi madre
allá en las aguas del pacifico.
Hasta que la noche se hizo presente y buenos aires me atrapo.
Me vi envuelto en una tribu de desacatados que trafican gestos de amor en lo cotidiano.
Este lugar es parte de mí, como lo es el cajón vibrante de los negros de chincha.
Como la mazamorra morada y el suspiro de una Lima
que no dejo de recordar.

inedito tomado del blog " El muchacho de los helados"

martes, 24 de abril de 2012

Edgar Bayley (Buenos Aires 1919 ,1990)




La violencia

I

la violencia al sofocar el día
al arrojarte fuera del camino
te hace crecer por dentro un cliente helado
violencia reina de una madrugada oscura
olvido entre palabras calcinadas

estoy aquí debo comprender
decir correctamente organizar
no ceder posiciones al tumulto

debo salir cruzar no detenerme
compartir otra vez una alegría
venida del más alto corazón
entre los hombres

debo seguir cavar un nuevo surco
buscar buscar la voz del otro
escuchar extender
la morada y el aire

II

entretanto el horror
la confusión el miedo y la codicia
extendidos de costa a costa
socavan el ademán más puro
de la tierra al cielo

no sé nada
sólo veo las vías de la violencia
la fe el odio sordo del rechazo
y alguna esperanza no bien fundamentada

pero llegará un día en que las grandes floraciones del sueño
el amor resurrecto la cabellera distante del ave multicolor
el pífano del dios enmarañado y próximo
den otro rumbo a nuestra andanza
un día un día no contaminado

y el entretanto cae gota a gota
en la pulida oscuridad

Celebraciones (1968-1976)


Una voz solamente

Este juego tuyo
esta ventana

Puedes mirar más lejos
conversar

Otros miran por ti
aprenden
conversan con los dioses

He aprendido
he vivido
hago mi propio juego
es todo lo tengo

Humilde es el camino
del corazón del hombre
te es dado un solo juego
una voz solamente

He jugado
he mirado
es todo lo que tengo.


Alguien será

es muy deficil decirlo
no es asunto de una playa desierta
o del presente o del pasado
es cosa del viento
de la voz que pasa y viene
y del rocío y del acuerdo
y la pregunta
alguien es
alguien será

Es infinita esta riqueza abandonada



Es infinita esta riqueza abandonada
esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tu la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
suben murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío



no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada



De La vigilia y el viaje , 1961

domingo, 26 de febrero de 2012

Conrad Aiken ( 1889-1973 Savannah. Georgia )



Aniquilación


Mientras el mediodía se curva, azul, sobre los dos
Y el álamo dispersa tristes hojas,
Dime otra vez por qué el amor embruja
Y qué nos da el amor.

¿Es el dedo que tiembla mientras sigue
La línea de la ceja o la mejilla?
¿La boca que balbuce, al sentir la caricia,
Pero no puede hablar?

No, no está en estas cosas, más que en otras,
Escondido el secreto: no es el tacto
De una mano que puede alborozar
Y alzar la sangre en canto.

Es la hoja que cae entre nosotros,
La esquila que murmura, las sombras que se mueven,
La luz que languidece, otoñal, en tus hombros,
Son estas cosas el amor.

Es el “Quedémonos aquí más tiempo”,
El “Espera a mañana”, “Una vez conocí…”
—Estas trivialidades, mientras tocas mi dedo
Y el reloj da las dos.

El mundo es intrincado, y nada somos.
Es el mundo complejo de la hierba,
El gajo en el sendero, la mirada de encono,
Sentimientos que pasan—

Ellos son el secreto; y te podría odiar
Cuando me inclino para darte un beso
Y descubro en tus ojos que estás lejos
Y que el amor es esto.

Las rocas que entrechocan saben más del amor
Que el mirarse extasiados o el roce de unos labios.
Todo lo que sabemos del amor es amargo,
Y, en verdad, es muy poco.


Conrad Aiken

Traducido por Pablo Anadon , del blog http://eltrabajodelashoras.blogspot.com/

Annihilation


While the blue noon above us arches,
And the poplar sheds disconsolate leaves,
Tell me again why love bewitches,
And what love gives.

It is the trembling finger that traces
The eyebrow's curve, the curve of the cheek?
The mouth that quivers, when the hand caresses,
But cannot speak?

No, not these, not in these is hidden
The secret, more than in other things:
Not only the touch of a hand can gladden
Till the blood sings.

It is the leaf that falls between us,
The bells that murmur, the shadows that move,
The autumnal sunlight that fades upon us:
These things are love.

It is the ‘No, let us sit here longer,'
The ‘Wait till tomorrow,' the ‘Once I knew —'
These trifles, said as I touch your finger,
And the clock strikes two.

The world is intricate, and we are nothing.
It is the complex world of grass,
A twig on the path, a look of loathing,
Feelings that pass —

These are the secret! And I could hate you,
When, as I lean for another kiss,
I see in your eyes that I do not meet you,
And that love is this.

Rock meeting rock can know love better
Than eyes that stare or lips that touch.
All that we know in love is bitter,
And it is not much.


Conrad Aiken

sábado, 25 de febrero de 2012

Jorge Leonidas Escudero (1920 San Juan)



Loj escribidores

Aquí voy hablarles de ajenos atrevimientos,
y no es porque yo sea mejor que naides.
Sino porque hoy
amanecí temoso por falta de sueño.

¿Qué les he contar?
que últimamente fui a una biblioteca
y estoy sustao con la poesía
al ver tanto libro sin tuétano.
Muchoj escribidore se dan güelta el cerebro
y como a bolsillo vacío naa se le cae.

(Disculpen que hable asi,
pero es que estoy mal dormido. De pronto
se me atraviesan palabras de antes
y me regodeo diciendolas.)

Sigo:
Naa que decir y escriben pa qué,
como de apuro y de lo diente p’ ajuera;
y algo mas pior, hacia adentro
donde únicamente ellos se entienden.

Hacen nido en el libro como pavos riales,
ponen güevadas
y sacan crías pal olvido.¡La pucha!
se creen bonitos y andan moniando al puro cuesco.

Hubiera queriu nojarme mas porque como dije
ando atravesao por falta de sueño,
pero basta por hoy en que la mala noche
me hizo hablar asi de loj escribidore.

de Aguaiten (2000) pagina 450 Poesía completa (2011)Ediciones en Danza

¡Ay!

Venían dos palomitas a mi jardín
y el gato ese mío cazo una.
Buscaban semillas y ha quedado la otra.
A esa le dije m’hijita
no volvas mas por aquí no sea
que te vaya a matar este animal mío,
este regalón a quien le doy de comer bien
pero por instinto mato a tu compañera.

La verda es queste mío es inocente,
pero duele que un animal querido
haga lo que hizo a mansalva.
Ahora ustedes pensarán con razón
qu’ estoy en sensibilisensible.

Y sí no es para menos ya que lo ocurrido
hizo volar mi pensamiento
desde la palomita hasta hay (¡Ay!)
gente que mata a gente
pero no tiene la inocencia de mi gato.

de Caza Nocturna (2007) pagina 665 Poesía completa (2011)Ediciones en Danza

Reflujo

Que los padres lo mandaron a la Universidad
y al chico allí le pegaron ideas revolucionarias.
Gustaba el jovencito rascarse con los otros
que gozaban de lo mismo.
Soñar con la libertad los ponía eufóricos
ya que les daba seguridad de grupo.

Después se recibieron de algo o no,
abandonaron mucho lo que antes
los proyectaba como reformadores del mundo.
Engordaron a mansalva y cómodos
durmieron hasta aburrirse. Algunas ideas
deambulan todavía entre sus canas
recordándoles la juventud.

A veces se rascaban
como si algo les picara pero no,
era solo un pensamiento supérstite , débil,
que les andaba en la cabeza
desubicado como piojo en calvicie.

de Divisadero (2005) pagina 594 Poesía completa (2011)Ediciones en Danza

lunes, 20 de febrero de 2012

Yehuda Amijai (Wurzburg, Alemania, 1924- Israel, 2000)






Un pastor árabe busca a una cabra en el monte Sión

Un pastor árabe busca a una cabra en el monte Sión
y en la montaña de enfrente yo busco a mi hijo pequeño.
Pastor árabe y padre judío
con su fracaso temporal.
Nuestras voces se encuentran sobre
la Cisterna del Sultán en el valle de en medio.
Los dos queremos que ni el hijo ni la cabra
entren en el proceso
de la terrible máquina de JadGadyá.

Después los encontramos entre los arbustos,
y nuestras voces volvieron a nosotros y lloraron y rieron por dentro.
La búsqueda de una cabra o de un hijo
fue siempre
el comienzo de una nueva religión en estas montañas.



 Traducción de Raquel García Lozano
 

Intendente

 es triste
ser intendente de Jerusalén.
 es tremendo.
 ¿cómo alguien puede ser intendente
de una ciudad como esta?
¿qué va a hacer con ella?
 construir y construir y construir.

 y por la noche las piedras
de las montañas que hay alrededor
 se van a acercar a las casas.
como lobos que vienen a aullar a los perros
que se hicieron esclavos de los humanos.

traduccion de Gustavo Gottftied del blog http://huellasenlacienaga.blogspot.com/



El hombre en su vida

No es posible que el hombre tenga
en su vida tiempo para todo
y que tenga un lugar para
cada objeto. El Eclesiastés se equivocó en eso.
El hombre debe amar y odiar al unísono
con los mismos ojos llorar y reír
con las mismas manos lanzar piedras
y también recogerlas,
hacer el amor en la guerra
y guerra en el amor.
Odiar y perdonar, recordar y olvidar
arreglar y desordenar, comer y asimilar
lo que la difusa historia
hace a lo largo de los años.
El hombre no tiene tiempo en su vida,
cuando pierde algo lo busca,
cuando lo encuentra se olvida, cuando se olvida se enamora
y cuando se enamora empieza a olvidar.
Su alma tiene experiencia,
es muy profesional,
pero su cuerpo es siempre de un aficionado.
Busca y se equivoca,
no aprende y se embrolla
borracho, ciego en sus placeres y sufrimiento.
El higo morirá en el otoño
encorvado, y lleno de sí mismo y dulce,
las hojas se secan en el suelo
y las ramas desnudas indican
hacia el lugar que hay tiempo
para todo.

Traducido por Arie Comey


Jerusalén

En una azotea de la Ciudad Vieja
hay ropa iluminada con la última luz del día:
sábana blanca de una enemiga,
toalla de un enemigo
para secar con ella el sudor de su frente.
Y en el cielo de la Ciudad Vieja
una cometa.
Y al final del hilo
un niño,
>que no vi
a causa de la muralla.

Hemos izado muchas banderas.
han izado muchas banderas.
Para que pensemos que están contentos.
Para que piensen que estamos contentos.

Traducción: Raquel García Lozano


Mi niño exhala paz

Mi niño exhala paz.
Cuando me inclino sobre él,
no es sólo el olor del jabón lo que me llega.

Todos han sido niños que exhalaban paz.
(Y en toda esta tierra no ha quedado
una sola rueda de molino que se mueva).

Oh tierra rota como ropa
que ya no tiene compostura!
Padres duros y solos aun en las cuevas de la Majpelá.
Silencio huérfano, sin hijos.

Mi niño exhala paz.
El vientre de su madre le ha prometido
lo que Dios no puede
cumplirnos.

Traducción: Esther Solay-Levy

Soy un profeta pobre

Soy un profeta pobre. Como un niño pobre que sólo tiene
dos colores. Yo pinto mi vida con guerra
y amor, con ruido y silencio.

Los grandes profetas tiraron la mitad de sus profecías
como cigarros humeantes a medio fumar.
Yo las recojo y hago con ellas profecías pobres.

En depósitos llenos de agua el agua está callada,
y en tuberías vacías gime y jada la no-agua.

Las palabras absorben “sangre, sudor y lágrimas”
y son arrojadas a la basura. Palabras de usar y tirar
como pañuelos de papel. Hombres de usar y tirar
esa es su eternidad.

Las palabras deberían haber estado vacías
y ser estrictas y severas, como la línea divisoria de las aguas.
Desesperación y esperanza, alegría y tristeza, tranquilidad y furia
tendrían que haber fluido hacia los dos lados
de un nuevo ciclo.

Soy un profeta pobre. Vivo en la esperanza de los demás,
como en un rayo de luz no destinado a iluminarme,
mi sombra es como mi apariencia, como mi imagen,
pero en mi cuerpo escondo una ilustre y bonita figura,
voy entre el vidente y su visión.

Soy un profeta pobre que al mediodía vuelve a su casa
a comer y descansar y por la tarde a dormir.
Tengo vacaciones y años sabáticos
y seguro de vida y pensión para la vejez.

Comencé mi vida tan abajo.
Cuando asciendo con embriaguez de alma,
cuando llego a lo alto de mis visiones,
me encuentro con gente cotidiana
que tiene hijos y trabajo, y preocupaciones familiares
e inquietudes caseras. Esas son mis visiones. Soy un profeta pobre.

También el puño fue una vez una mano abierta y dedos, 1889. Traducción de Raquel García Lozano.



Me siento junto a la ventana



Me siento junto a la ventana.
Los días perdidos no serán devueltos a la policía.
Los militares tienen prisa
como las estrellas.
Los hombros asciendes de graduación,
sus mangas ascienden no sus corazones.

Enciendo la radio del cielo,
apago el viento.
Habrá mucha rutina
y pocas lágrimas,
la puerta de mi casa es
la hija menor de la puerta del cielo.

Quiero continuar
sentado entre dos sillas,
sobre la buena tierra,
quiero vivir entre mi apellido y mi nombre
quiero vivir entre mi apellido y mi nombre
y no ser de ninguno de ellos.

Lo que nos entristece se queda con nosotros,
tiene nombres como las calles,
sólo las cosas alegres
siguen adelante
sin nombre.

Traducción Raquel García Lozano

Autobiografía en el año 1952.

Mi padre construyó sobre mi una gran inquietud como un astillero,
una vez salí de ella sin estar terminado
y él se quedó con su gran inquietud, vacía.
Mi madre como un árbol en la playa entre sus brazos extendidos detrás de mi.
-

En el año 31 mis manos eran joviales y pequeñas
y en el año 41 aprendieron a usar un arma
y cuando amé por primera vez
mis pensamientos eran como un manojo de globos de colores
y la blanca mano de la joven los ató todos
con un hilo fino después los dejó volar.


En el año 51 hubo un movimiento en mi vida
como el movimiento de muchos esclavos remando en un barco,
y la cara de mi padre, como un foco al final del tren que se aleja,
y mi madre encerró todas las nubes en su armario marrón
Subí por mi calle empinada,
cuando el siglo veinte era la sangre de mis venas,
sangre que queda salir en muchas guerras
y por muchos orificios,
por eso golpea mi cabeza desde dentro
y llega en olas enfurecidas a mi corazón.

Pero ahora, en la primavera del 52 veo
que han vuelto más pájaros de los que se fueron el invierno pasado.
Vuelvo por la pendiente de la montaña a mi casa
y en mi habitación está la mujer, con su cuerpo pesado
y lleno de tiempo.

Traducción Raquel García Lozano

viernes, 20 de enero de 2012

Jorge Calvetti (Jujuy 1916-2002)




La basura


Yo saco la basura a la calle
envuelta con papel y cuidado.
Quedan allí mezcladas, las sobras de la vida,
cáscaras del tiempo y recortes del alma.
Las dejo en la vereda con tristeza
porque son restos de fruta, de comida,
y de literatura
con las cuales
uno jugó a vivir, o se creyó existente.
Y también porque, acaso sin nosotros saberlo,
alguien nos haya envuelto
con papeles de cielo, con nubes de cuidado
y estamos a la orilla del universo
y nadie nos despide.
Yo saco la basura, la dejo en la vereda,
y le digo: Adiós.

MaimarÁ

Este es mi pueblo.
Su nombre quiere decir: “Estrella que cae”.
Hasta aquí llegan pocas noticias del mundo.
Recibo cartas de mis amigos; me dicen que todo marcha bien, que en
algunos países se vive una vida verdadera
Y que en otros, la esperanza crece.
Yo no sé nada. Me alegro por momentos
Y me encierro otra vez en mi pueblo.

Todo se habla de soledad.
El viento sacude las noches como árboles.
Los mismos pájaros despiertan las mismas mañanas.
El tiempo golpea las casas
Y las casas golpean contra el tiempo.

Aquí he vivido mi infancia.
Era feliz. Ignoraba hermosamente la vida.
La infancia...
Los recuerdos más viejos vagan por la memoria, como doña Melchora por el
pueblo.
Tiene ciento cuatro años. Habla sola, como los recuerdos.
Cuando me ve, me dice: buenas tardes maestro...
Aquí estoy,
Buscado y dejado y encontrado por el amor.
Pero no crea que puede hablar de soledad.
Todos tenemos mucho que hacer en el mundo y no hay tiempo para estar
solos.
Es que el futuro está subiendo desde el fondo de la tierra,
Lo veo crecer en mi hijo. Mira con los ojos de mi hijo.

Sí, ya lo sé. Son hermosos, los carnavales y los pájaros y la fastuosa
inocencia de los pájaros...
Pero sé también que el canto y la alegría y el coraje de muchos amigos
del pueblo están durmiendo en una botella de vino
¡y nosotros tenemos mucho que hacer!

Yo por lo menos,
Trataré de luchar con mis palabras.
Tengo que decir a mis amigos que no estamos solos y que debemos trabajar
para que el mundo sea mejor.

Este pueblo es muy chico.
Un carnavalito puede envolverlo.
El golpe de un caballo es demasiado para él.
¡Qué hermoso sería levantar su estrella y llamarnos, con verdad,
hermanos en un mundo sin justicia!

Mi pueblito es muy chico.
Así deben ser todos los pueblos chicos del mundo.
Por la calle de mi casa veo pasar la vida;
La desgracia, el amor, la humildad, los borrachos...
Pero creo que nadie piensa en nadie.
Nadie sale de sí mismo.
Todos casi todos, están ahogados en ellos mismos y es necesario cambiar.

Aquí sigue todo igual...

Si subiera a las cumbres, estoy seguro, vería pasar los años como esos
perros que acezando y husmeando el miedo pasan interminablemente
ocupados en sus sensaciones y eso no puede ser, ¡no puede ser