Mosquito (fragmento)
Dita se acostó con Guigui,
el amigo de Rico.
Se puso nerviosa cuando él se refirió al sexo
usando la palabra fornicación.
Le causó franca repugnancia su pregunta
—una vez terminado el asunto—
acerca de cuánto placer obtuvo
en una escala del cero al cien.
No había tema sobre el cual
él no pudiera emitir alguna opinión.
Comenzó a perorar acerca
del orgasmo femenino, afirmando
que es más espiritual que físico.
Descubrió luego un suculento mosquito
parado sobre el hombro de ella.
Lo aplastó. Lo limpió
con un crujido del periódico
y se quedó dormido boca arriba.
Los brazos en cruz, a lo ancho,
no dejaban lugar en la cama.
También su miembro se encogió,
desvanecido, y un mosquito se posó encima.
La venganza sangrienta.
Traducción: Gerardo Lewin