El déspota
Variante para W. H. Auden
Era el señor de la vida y la muerte
Le bastara mirar para alimentar el terror.
Cuando sonreía y abría la boca derribaba una
muralla.
Un día golpearon a su puerta:
alguien sonreía y abría la boca dibujando una
mueca.
Una muralla lo devoró entre sus escombros.