Siempre en el poema
Yo escucharé el silencio
antes que la palabra,
abrevaré en su propia boca,
entonces nacen las cosas,
las palabras el mundo.
Digo: siempre en el poema
escucharé el silencio antes que las palabras
y tú respondes: si existe un dios
es allí donde habita.
Yo descubro la exacta vertiente
de la sombra y de la luz,
donde termina, donde comienza,
y el silencio palpita como el mar
en su vientre de sal,
palpita como el ala de un pájaro
domesticando lentamente el cielo,
como el viento la tierra la vida
y si existe un dios
es allí donde habita
Traducción de Rafael Patiño