| ¿Es que, acaso, estimáis que por creeren la inmortalidad,
 os tendrá que ser dada?
 Es obra de la fe, del egoísmo
 o la desolación.
 Y si existe, no importa no haber creído en ella:
 respuestas ignorantes son todas las humanas
 si a la muerte interroga.
 Seguid con vuestros ritos fastuosos, ofrendas a los dioses,o grandes monumentos funerarios,
 las cálidas plegarias, vuestra esperanza ciega.
 O aceptad el vacío que vendrá,
 en donde ni siquiera soplará un viento estéril.
 Lo que habrá de venir será de todos,
 pues no hay merecimiento en el nacer
 y nada justifica nuestra muerte.
 |