Al volver
Busque
mis manos grandes
y
entre la carne vi guardada
una
ternura casi vieja, subí al aire y espere la voz
baje
al camino y espere los pasos
corte
una rosa y la tire al agua
para
que perfume mi vino,
entonces
tuve miedo
y
junte las cenizas de la tarde
recordando
que hace mucho, mucho tiempo
estuve
ciego.
Renacer en un instante
Tus
ojos gritaron verdades
que
yo no recordaba
al
tiempo que tu mano
calló
la angustia
y
no fue posible apartarla.
El
vino se volvió amigo
cuando
las agujas
cambiaron
de sentido,
Entonces
la frontera de los infinito
se
disolvió en tu pelo,
entre
las paredes blancas
recuperaste
mi capacidad
por
la aventura
Mienten
los arquitectos
Mienten
los arquitectos
(esconden
sus razones)
la
felicidad
de
quien construye una casa
consiste
en colocar la última ventana
ya
que solo él
tiene
la enorme posibilidad
de
dejarla eternamente abierta.
Al
infinito
Para
levantar la palabra tan gastada
necesito
verte el rostro
juntar
las manos sobre tu cabello
oír
la música suavemente
hablar
, es subir
sentirte
andar el tiempo
sobre
las agujas heladas
cuando
crepita el silencio
rojo,
rojo de tu sangre
y
nos hundimos al fin
en
el torbellino vertical
de
mil relojes de arena.
Editorial ediciones Ciudad del Barco 1977