domingo, 8 de septiembre de 2024

Marina Ivánovna Tsvetáyeva ( Moscú 1892-Yelábuga 1941)

 




Poema del fin


XII

 

¡En las afueras de la ciudad ¡ ¿ Entiendes?

¡Afuera! Al cruzar el terraplén.

La vida en un lugar donde no se puede vivir:

Es el barrio ju-dio…

 

¿No sería cien veces más digno

¿Hacerse el Judío Errante?

Porque para aquel, que no es un bribón,

La vida es el “pogrom”.

 

De los judíos. ¡Vive solo de los conversos!

¡De los Judas de la fe!

¡A las islas de los leprosos!

¡Al infierno! – a cualquier parte – pero no

 

A la vida, ¡sólo a los conversos aguanta!

Sólo a las ovejas ¡Para el verdugo!

El papel del permiso de mi residencia

¡Lo pisoteo!

 

¡Lo hundo a pisotones! ¡Por el escudo de David!

¡La venganza! ¡El amasijo de los cuerpos!

¿No le parece una delicia; que el judío

no quiso seguir viviendo?

 

¡El gueto de los elegidos! Baluarte y foso.

¡No esperes clemencia!

En este mundo cristianísimo

¡Los poetas son judíos!


traduccion Irina Bogdaschevski


El poeta

 

El poeta trae de lejos la palabra.
Al poeta lo lleva lejos la palabra.

Entre sí y no, por baches indirectos
de parábolas, signos, planetas,
hasta lanzándose desde el campanario
agarra un garfio, pues el camino del cometa

es el camino del poeta. Casuales eslabones
ese es su enlace. Mirar las estrellas
de nada sirve! en el calendario
no se pronostican los eclipses del poeta

él es el que desordena los naipes,
falsea el peso y las cuentas,
el preguntón en el pupitre,
el que a Kant para el arrastre deja.

El que en el pétreo foso de la bastilla
es como un árbol que crece en su belleza…
aquél de huellas siempre desaparecidas,
él que es el tren al que cualquiera
llega tarde,
su camino es el de los cometas.

El camino del poeta arde pero no calienta,
arranca pero no cría, estalla y se quiebra.
Tu camino es el de enredadas cabelleras,
no pronosticado en el calendario del poeta
.


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