Hay un hilo de agua
que se había ido
de mí
y ahora vuelve
¿Lo ves?
Está ahí volviendo
como el brazo
de un arroyo
que retrocede.
Yo misma
estoy adentro
de un recipiente
con agua.
Agua apilada
que circula
en cuadrados
dispuestos
uno arriba
de otro
de manera
irregular.
Algunos cuadrados
son transparentes,
otros color naranja,
otros miel.
Yo observo
esta experiencia
de mi cuerpo
desde afuera,
bien enfrente
y tranquila
como quien
se mira al espejo
sin esperar
nada en particular.
Incluso con una
mano sosteniendo
el mentón.
Hasta tengo tiempo
de pensar que
debería reunir
todo lo anotado
en estos años
y armar un libro.
Claro que mi
cuerpo parece
troceado,
las carnes y las
pulpas ensanchadas.
El agua es
silenciosa,
mansa,
filosa,
cortante.
Te puede parecer
que sangro
pero no,
sólo y por momentos,
me ahogo un poco.
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