Contribuciones del autor

Libros y poemas del autor

domingo, 10 de enero de 2016

Alejandro Mendez Casariego (Buenos Aires 1952)





La cuchara
Ataban
un cable a una cuchara
introducían la parte oval, convexa
hasta donde pudieran
sin dejar de apretarla
entre el pulgar y el índice
en el útero
dejando afuera, más o menos
un centímetro
como para que el otro cable
tuviera suficiente punto de contacto.
La descarga duraba 
una fracción de segundo
el tiempo necesario
para que el próximo a nacer
ahuecado en su mundo
percibiera
en su pequeño cerebro constelado 
por diminutas chispas
una imagen radiada
feroz
de la existencia.

 "poema inedito"

Perspectiva

La enorme catedral que desafía
el aluvión de los años
es similar
en lo que importa
a una piedra al borde del camino
y toda pasmosa construcción de los hombres
mirada en perspectiva
es una suma variable de ingenios geométricos
adornados por relieves
y cargados
de materiales con peso y volumen
en delicada proporción.
Levantá en esta esquina
un minúsculo altar con unos pocos ladrillos
y resultará que la creencia
de que el mundo es un espejo
que refleja los actos transformándolos
despertará masivas peregrinaciones
singulares ofrendas
mientras en aquella empinada catedral
ladra un silencio de ausencia
y ese abrumador vacío
sugiere que lo que no existe
reside, efectivamente,
en todas partes, y lo que varía es
en definitiva
el estilo, el tamaño y la forma.

Thomas Moore

Mi Dios se oculta
tras láminas de cortesía
cornisas talladas en madera
y hierros de dolor
entre los cuales la apariencia franca
es para mí, ceniza fría.
Las paredes y la cama desnuda
no prestan debido testimonio
y la ley
tozudamente
calla.
Al consumirse
las horas
escribo esto y algunas
memorias familiares
mientras empiezo a padecer
la llama de los solos.
Y en el canasto vacío de las lágrimas
deposito una para mí
pero sin pena
simplemente
porque llorar es dulce
y acompaña.

Del libro "Los Dioses del Hogar" Editorial Deaca 2015


Testamento del  escriba

¿Donde fue dicha la mejor palabra ?
El buhonero del pueblo
extremando su garganta  entre el bullicio callejero,
el murmullo de la machi
mientras hierve o ahuma las yerbas del misterio,
el loco que descubre
y silabea
lo ambiguo de lo cierto frente a una pared
que ni siquiera le devuelve el eco,
el chico que describe
lo elemental y absurdo de su descubrimiento :soy
y uno supone que es mucho
lo que le queda por saber.

O nosotros, llamados o elegidos al azar
garabateando con frecuencia
lo que creemos belleza perdurable
y  habitualmente
no es otra cosa que una lira pulsada
por la impotencia de lo limitado.

Emoción o ternura
verdad desfigurada por el pulido cóncavo
de un quebrado cristal,
no somos más que el sumidero del olvido,
materia orgánica que al descomponerse
en el mejor de los casos
hará  crecer una preciosa flor
que también morirá

Del libro " Los Reprobos" 2007

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