I n f a n c i a ( fragmento)
I
La amargura, la tristeza, la miseria de la infancia
extinguieron mi amor por dios.
No puedo creer en su bondad,
pero sí creo en muchos dioses vengadores.
Sobre todo, creo
en dioses de implacable monotonía,
crueles dioses locales
que marcaron mi infancia.
II
He visto a personas poner
una crisálida en una caja de fósforos,
“para ver”, me decían, “en qué tipo de mariposa nocturna se
convertiría”.
Pero cuando rompía su cáscara
resbalaba, tropezaba y caía en su prisión,
intentaba trepar hacia la luz
en busca de espacio para secar sus alas.
Así era yo.
Alguien encontró mi crisálida
y la encerró en una cajita de fósforos.
Se golpearon mis alas marchitas,
sus colores se convirtieron en escamas grisáceas
antes de que abrieran la caja
y la mariposa pudiera volar.
Y para entonces ya era muy tarde,
porque la preciosidad que tiene un niño,
y las cosas buenas que aprende antes de nacer
cambiaron, así como cambiaron las escamas de la mariposa.
traducido por Ninette S. Aravena
C H I L D H O O D
I
The bitterness, the misery,
the wretchedness of childhood
put me out of love with God.
I can’t believe in God’s goodness;
I can believe
In many avenging gods.
Most of all I believe
In gods of bitter dullness,
Cruel local gods
Who seared my childhood.
II
I’ve seen people put
A chrysalis in a match-box,
“To see,” they told me, “what sort of moth would come.”
But when it broke its shell
It slipped and stumbled and fell about its prison
And tried to climb to the light
For space to dry its wings.
That’s how I was.
Somebody found my chrysalis
And shut it in a match-box.
My shrivelled wings were beaten,
Shed their colours in dusty scales
Before the box was opened
For the moth to fly.
And then it was too late,
Because the beauty a child has,
And the beautiful things it learns before its birth,
Were shed, like moth-scales, from me.