Contribuciones del autor

Libros y poemas del autor

viernes, 30 de marzo de 2018

John Ciardi ( 1916, Boston, Massachusetts-1986, Metuchen, Nueva Jersey )





El regalo

En 1945, cuando los guardias gritaron Kaput,
Josef Stein, poeta, salió de Dachau,
en parte como una resurrección, mientras las ochenta libras
de la otra parte todavía están en su invisible sepultura.
Luego, lentamente, abrió la boca y primero
un caldo, después una medicina, después
una dieta y con el tiempo y la entretejida compasión
los huesos expuestos fueron sepultados de nuevo en la carne,
y el milagro tocó a su fin. Josef Stein,
hombre y poeta, se levantó, caminó e incluso pudo
engendrar, y lo hizo, y más tarde murió de otras causas,
sólo en parte atribuibles a su primera muerte.
Advirtió -con cierta sorpresa al principio-
que los extraños no podían decir que una vez había muerto.
Volvió a su puesto en la librería, bebió su cerveza,
publicó tres poemas en una revista francesa,
y fue muy bondadoso con el hijo que al fin y al cabo era de él.
En el transcurso de una noche escribió tres proposiciones:
que el infierno es la negación de lo corriente. Que nada perdura.
Que el limpio papel en blanco que espera debajo de una pluma
es el regalo más allá de la historia y el mal y el cielo.

Versión de Jonio González 

The gift

In 1945, when the keepers cried kaput
Josef Stein, poet, came out of Dachau
Like half a resurrection, his other half
eighty pounds still in their invisible grave.
Slowly then the mouth opened at first
a broth, and then a medication, and then
a diet, and all in time and the knitting mercies,
the showing bones were buried back in flesh,
and the miracle was finished. Josef Stein
man and poet, rose, walked, and could even
beget, and did, and later died of other causes
only partly traceable to his first death.
He noted - with some surprise at first -
that strangers could not tell he had died once.
He returned to his post in the library, drank his beer,
published three poems in a French magazine,
and was very kind to the son who at last was his.
In the spent of one night he wrote three propositions:
That Hell is the denial of the ordinary. That nothing lasts.
That clean white paper waiting under a pen
is the gift beyond history and hurt and heaven.

 en “The Collected Poems of John Ciardi”, University of Arkansas Press, 1997.



Líneas

Yo no seguí exactamente un rumbo en la vida
pero la abeja me asombraba y la riqueza del viento
era casi creíble. Oyendo la risa de una urraca

al cruzar un pueblo fantasma en Wyoming, diciendo Hola
en Cambridge, comiendo queso junto al espumoso Rin,
asomándome al plexiglás sobre Tokio,

fui incapaz de construir una vida con todas
las existencias que perseguí. La abeja sin embargo
me asombraba, y no me preocupaba pedir

cuentas al viento. Sólo una vez, en Pompeya,
me sumí en un sueño que entendí,
y desperté para descubrir que no había perdido el rumbo.

Person to Person, Rutgers University Press, New Brunswick, Nueva Jersey, 1964
Versión de Jonio González

Lines


I did not have exactly a way of life 

but the bee amazed me and the wind’s plenty 
was almost believable. Hearing a magpie laugh 

through a ghost town in Wyoming, saying Hello 

in Cambridge, eating cheese by the frothy Rhine, 
leaning from plexiglass over Tokyo, 

I was not able to make one life of all 

the presences I haunted. Still the bee 
amazed me, and I did not care to call 

accounts from the wind. Once only, at Pompeii, 

I fell into a sleep I understood, 
and woke to find I had not lost my way.


domingo, 11 de marzo de 2018

W.H. Auden (York, 1907 - Viena, 1973)





Blues del funeral

Detengan todos los relojes, corten el teléfono,
Eviten el ladrido del perro con un jugoso hueso,
Silencien los pianos y con sofocados redobles
Traigan el ataúd, dejen venir a los dolientes.

Dejen a los planeadores girar en círculo gimiendo
Escribiendo garabatos en el cielo que digan Él ha muerto,
Pongan crespones alrededor de los blancos cuellos de las palomas,
Dejen a los policías de tránsito usar negros guantes de algodón.

Él era mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste,
Mi semana laboral y el descanso del Domingo,
Mi mediodía, mi medianoche, mi charla, mi canción;
Creí que el amor duraría para siempre, estaba equivocado.

Las estrellas no son deseadas ahora; apaguen cada una de ellas:
Envuelvan la luna y desmantelen al sol;
Vacíen el océano y derriben los bosques:
Porque nada bueno puede ocurrir ahora.






Traducción Silvia Camerotto




Funeral blues

Stop all the clocks, cut off the telephone,
Prevent the dog from barking with a juicy bone,
Silence the pianos and with muffled drum
Bring out the coffin, let the mourners come.

Let aeroplanes circle moaning overhead
Scribbling on the sky the message He is Dead,
Put crepe bows round the white necks of the public doves,
Let the traffic policemen wear black cotton gloves.

He was my North, my South, my East and West,
My working week and my Sunday rest,
My noon, my midnight, my talk, my song;
I thought that love would last forever; I was wrong.

The stars are not wanted now; put out every one:
Pack up the moon and dismantle the sun;
Pour away the ocean and sweep up the woods:
For nothing now can ever come to any good.













 Traducción: Silvia Camerotto

miércoles, 7 de marzo de 2018

Rafi Weichert (Tel Aviv, Israel, 1964)






Últimamente me he encontrado con algunos poetas que me dieron a entender que se les había acabado el estro. Uno escribe mini-relatos, el otro redacta algo así como un epistolario. Un tercero dejó de escribir literatura. En cuanto a mí, se me dificulta el decidir si esta situación comporta una amenaza de parálisis, una necesidad de aspirar versos molidos con un canuto que se tapó y me asfixia o si trae una sensación de ilimitada libertad. Ya no resulta imperioso prestar oído a aquellos ritmos que llegan desde lejanías y se aproximan lentamente hasta vestir la forma del poema, a las palabras que comienzan a infiltrarse, al conjunto que acumula una suerte de energía musical sobre el papel y adquiere significado, habla acerca de tu vida, de tu muerte y de lo que has perdido y de las encrucijadas que atravesaste, errando tu camino.


Traduccion Gerardo Lewin 

Tomado del blog http://decantasion.blogspot.com.ar/