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sábado, 14 de marzo de 2020

Yael Globerman (Israel, 1959)





No comí del árbol del conocimiento  

No comí el fruto del árbol del conocimiento.

Pensé que el secreto estaba en lo podrido,
en las hojas que se arrojaron a tierra
desde una altura de diez pisos.

Pude ver las flores que caían,
ejecutando una solitaria muerte en el jardín,
y cómo regresaban, con la fuerza de lo oscuro,
a las raíces.

No me arrepiento.
El saber me hubiese vuelto
pesada y dubitativa.

Para mí, el fruto más maravilloso
fue tu rojo corazón.


Traductor Gerardo Lewin

miércoles, 7 de marzo de 2018

Rafi Weichert (Tel Aviv, Israel, 1964)






Últimamente me he encontrado con algunos poetas que me dieron a entender que se les había acabado el estro. Uno escribe mini-relatos, el otro redacta algo así como un epistolario. Un tercero dejó de escribir literatura. En cuanto a mí, se me dificulta el decidir si esta situación comporta una amenaza de parálisis, una necesidad de aspirar versos molidos con un canuto que se tapó y me asfixia o si trae una sensación de ilimitada libertad. Ya no resulta imperioso prestar oído a aquellos ritmos que llegan desde lejanías y se aproximan lentamente hasta vestir la forma del poema, a las palabras que comienzan a infiltrarse, al conjunto que acumula una suerte de energía musical sobre el papel y adquiere significado, habla acerca de tu vida, de tu muerte y de lo que has perdido y de las encrucijadas que atravesaste, errando tu camino.


Traduccion Gerardo Lewin 

Tomado del blog http://decantasion.blogspot.com.ar/

lunes, 29 de febrero de 2016

Elisheba Grinbaum (1965-2004)




Primer día de clases

Un millón de niños acude hoy a la escuela,
uno de ellos se aferra a mi mano.

Emana un perfume de cuadernos y cartera de cuero nueva.
Su cabello recién lavado exhala conmoción.

Apretado murmullo de fin de sueños de verano
en las suelas de sus sandalias diminutas.

Tu pequeña mano húmeda aprieta la mía
al entrar en el patio, el terror conocido

de comenzar todo otra vez, nosotros dos
contra el mundo, dame un minuto más

antes de soltar tu mano, serás entonces tú solo,
un hombrecito de cabellos recortados frente al mundo.

Yo desviaré la mirada, mujer en cuyo cuerpo
muchos entraron
aunque nadie nunca salió,


y me iré.


Traducción: Gerardo Lewin

tomado del blog decantasion.blogspot.com

viernes, 6 de noviembre de 2015

Sigal Ben Yair (Haifa, Israel, 1970 )



Eco

Me entrenaste para no llorar frente a la desdicha,
para morder mi rabia y detenerme antes
de que el suelo ardiera bajo mis pies. Me abrazabas
poco, para que añorase el roce de toda otra piel,
para que respondiese a cualquier otra caricia.

Tienes un corazón fantasma
y cuando escucho que mi voz se trocó en la tuya
oigo un eco.

Ya no miro hacia atrás. Veme ahora:
soy, en resumidas cuentas, mi pasado.

Traductor Gerardo Lewin

sábado, 7 de febrero de 2015

Shlomi Hatuka


Carta a un joven de la periferia


No te enlistes:
ésa es la revuelta.

No te servirá de nada,
todas las promesas son para los blancos
todos los descuentos son para sus hijos
y aún así lo que puedas lograr
vale menos que las lágrimas
de tu madre
o de su madre.

Para qué necesitas
que tus manos se acostumbren al metal
o que tus ojos apunten a tu amigo
a través de la mirilla.
Para qué escuchar
los ladridos del sargento.
Mejor oír
los requiebros de amor
de una muchacha.

Ve con el oficial
y cuéntale
tus sueños.
Creerá que estás loco.
Ve con el médico,
pregúntale
por qué te declaran sano
antes de enviarte a morir.

Toma esos tres años
y dedícalos a tu corazón,
esa parcela
de buen fuego,
el sitio
donde se confunden las fronteras.

O por lo menos
aprovéchalos en tu mente,
usa esos tres años
para pensar
investigar
saber
pues si te piden matar y combatir
deberás descubrir antes
quién es, exactamente,
tu enemigo.


Traducción: Gerardo Lewin



Open Letter to a Small Town Boy



Don’t enlist
This is rebellion


In any case
you won’t gain a thing
All of the promises
are reserved for whites
and all of the concessions
are promised to their children
and anyhow no right
is worth your mother’s tears,
or his

What’s the use
of your hands adjusting to the feel of metal
and your eyes seeing friends
through the gun sight
and why should you hear
commanders barking
you’re better off with
professions of love
from a girl


Go to the army shrink
tell him
about your dreams-
he’ll think that you’re mad
Go to the doctor
ask him
why they make sure that you are healthy
just before sending
you to die


Take these three years
give them to your heart:
a good
firing zone
it’s the place
that blurs the boundaries


Or at least
give them to your mind
take three years to think
study
acquire knowledge
for even if you do wish to fight and kill
surely you must first discover
who exactly
your enemy is.

Translated from the Hebrew by Maya Klein


מכתב לנער מהפריפריה

אל תתגייס

זה המרד



גם ככה

לא תשיג דבר

כל ההבטחות

שמורות ללבנים

וכל ההנחות

מובטחות לילדיהם

וגם ככה הזכויות

שקולות פחות מן הדמעות

של אמך

או של אמו



מה אתה צריך

שידיך יתרגלו אל המתכת

ועיניך להביט אל ידידים

דרך הכוונת

ולמה לך לשמוע

נביחות של מפקדים

עדיף לך

הצהרות אהבה

של נערה



גש אל הקב״ן

ספר לו

:על חלומותיך

;הוא יחשוב אותך למטורף

לך אל הרופא

שאל אותו

מדוע מוודאים שאתה בריא

רק לפני

ששולחים אותך למות



קח את שלוש השנים הללו

הענק אותן ללב

שטח

אש טובה

זה המקום

המטשטש את הגבולות



או לפחות

הענק אותן לשכל

קח את שלוש השנים לחשוב

לחקור

,לדעת

שהרי גם אם תבקש להילחם ולהרוג

הרי קודם עליך לגלות

מיהו בדיוק

.האויב שלך

§

lunes, 20 de febrero de 2012

Yehuda Amijai (Wurzburg, Alemania, 1924- Israel, 2000)






Un pastor árabe busca a una cabra en el monte Sión

Un pastor árabe busca a una cabra en el monte Sión
y en la montaña de enfrente yo busco a mi hijo pequeño.
Pastor árabe y padre judío
con su fracaso temporal.
Nuestras voces se encuentran sobre
la Cisterna del Sultán en el valle de en medio.
Los dos queremos que ni el hijo ni la cabra
entren en el proceso
de la terrible máquina de JadGadyá.

Después los encontramos entre los arbustos,
y nuestras voces volvieron a nosotros y lloraron y rieron por dentro.
La búsqueda de una cabra o de un hijo
fue siempre
el comienzo de una nueva religión en estas montañas.



 Traducción de Raquel García Lozano
 

Intendente

 es triste
ser intendente de Jerusalén.
 es tremendo.
 ¿cómo alguien puede ser intendente
de una ciudad como esta?
¿qué va a hacer con ella?
 construir y construir y construir.

 y por la noche las piedras
de las montañas que hay alrededor
 se van a acercar a las casas.
como lobos que vienen a aullar a los perros
que se hicieron esclavos de los humanos.

traduccion de Gustavo Gottftied del blog http://huellasenlacienaga.blogspot.com/



El hombre en su vida

No es posible que el hombre tenga
en su vida tiempo para todo
y que tenga un lugar para
cada objeto. El Eclesiastés se equivocó en eso.
El hombre debe amar y odiar al unísono
con los mismos ojos llorar y reír
con las mismas manos lanzar piedras
y también recogerlas,
hacer el amor en la guerra
y guerra en el amor.
Odiar y perdonar, recordar y olvidar
arreglar y desordenar, comer y asimilar
lo que la difusa historia
hace a lo largo de los años.
El hombre no tiene tiempo en su vida,
cuando pierde algo lo busca,
cuando lo encuentra se olvida, cuando se olvida se enamora
y cuando se enamora empieza a olvidar.
Su alma tiene experiencia,
es muy profesional,
pero su cuerpo es siempre de un aficionado.
Busca y se equivoca,
no aprende y se embrolla
borracho, ciego en sus placeres y sufrimiento.
El higo morirá en el otoño
encorvado, y lleno de sí mismo y dulce,
las hojas se secan en el suelo
y las ramas desnudas indican
hacia el lugar que hay tiempo
para todo.

Traducido por Arie Comey


Jerusalén

En una azotea de la Ciudad Vieja
hay ropa iluminada con la última luz del día:
sábana blanca de una enemiga,
toalla de un enemigo
para secar con ella el sudor de su frente.
Y en el cielo de la Ciudad Vieja
una cometa.
Y al final del hilo
un niño,
>que no vi
a causa de la muralla.

Hemos izado muchas banderas.
han izado muchas banderas.
Para que pensemos que están contentos.
Para que piensen que estamos contentos.

Traducción: Raquel García Lozano


Mi niño exhala paz

Mi niño exhala paz.
Cuando me inclino sobre él,
no es sólo el olor del jabón lo que me llega.

Todos han sido niños que exhalaban paz.
(Y en toda esta tierra no ha quedado
una sola rueda de molino que se mueva).

Oh tierra rota como ropa
que ya no tiene compostura!
Padres duros y solos aun en las cuevas de la Majpelá.
Silencio huérfano, sin hijos.

Mi niño exhala paz.
El vientre de su madre le ha prometido
lo que Dios no puede
cumplirnos.

Traducción: Esther Solay-Levy

Soy un profeta pobre

Soy un profeta pobre. Como un niño pobre que sólo tiene
dos colores. Yo pinto mi vida con guerra
y amor, con ruido y silencio.

Los grandes profetas tiraron la mitad de sus profecías
como cigarros humeantes a medio fumar.
Yo las recojo y hago con ellas profecías pobres.

En depósitos llenos de agua el agua está callada,
y en tuberías vacías gime y jada la no-agua.

Las palabras absorben “sangre, sudor y lágrimas”
y son arrojadas a la basura. Palabras de usar y tirar
como pañuelos de papel. Hombres de usar y tirar
esa es su eternidad.

Las palabras deberían haber estado vacías
y ser estrictas y severas, como la línea divisoria de las aguas.
Desesperación y esperanza, alegría y tristeza, tranquilidad y furia
tendrían que haber fluido hacia los dos lados
de un nuevo ciclo.

Soy un profeta pobre. Vivo en la esperanza de los demás,
como en un rayo de luz no destinado a iluminarme,
mi sombra es como mi apariencia, como mi imagen,
pero en mi cuerpo escondo una ilustre y bonita figura,
voy entre el vidente y su visión.

Soy un profeta pobre que al mediodía vuelve a su casa
a comer y descansar y por la tarde a dormir.
Tengo vacaciones y años sabáticos
y seguro de vida y pensión para la vejez.

Comencé mi vida tan abajo.
Cuando asciendo con embriaguez de alma,
cuando llego a lo alto de mis visiones,
me encuentro con gente cotidiana
que tiene hijos y trabajo, y preocupaciones familiares
e inquietudes caseras. Esas son mis visiones. Soy un profeta pobre.

También el puño fue una vez una mano abierta y dedos, 1889. Traducción de Raquel García Lozano.



Me siento junto a la ventana



Me siento junto a la ventana.
Los días perdidos no serán devueltos a la policía.
Los militares tienen prisa
como las estrellas.
Los hombros asciendes de graduación,
sus mangas ascienden no sus corazones.

Enciendo la radio del cielo,
apago el viento.
Habrá mucha rutina
y pocas lágrimas,
la puerta de mi casa es
la hija menor de la puerta del cielo.

Quiero continuar
sentado entre dos sillas,
sobre la buena tierra,
quiero vivir entre mi apellido y mi nombre
quiero vivir entre mi apellido y mi nombre
y no ser de ninguno de ellos.

Lo que nos entristece se queda con nosotros,
tiene nombres como las calles,
sólo las cosas alegres
siguen adelante
sin nombre.

Traducción Raquel García Lozano

Autobiografía en el año 1952.

Mi padre construyó sobre mi una gran inquietud como un astillero,
una vez salí de ella sin estar terminado
y él se quedó con su gran inquietud, vacía.
Mi madre como un árbol en la playa entre sus brazos extendidos detrás de mi.
-

En el año 31 mis manos eran joviales y pequeñas
y en el año 41 aprendieron a usar un arma
y cuando amé por primera vez
mis pensamientos eran como un manojo de globos de colores
y la blanca mano de la joven los ató todos
con un hilo fino después los dejó volar.


En el año 51 hubo un movimiento en mi vida
como el movimiento de muchos esclavos remando en un barco,
y la cara de mi padre, como un foco al final del tren que se aleja,
y mi madre encerró todas las nubes en su armario marrón
Subí por mi calle empinada,
cuando el siglo veinte era la sangre de mis venas,
sangre que queda salir en muchas guerras
y por muchos orificios,
por eso golpea mi cabeza desde dentro
y llega en olas enfurecidas a mi corazón.

Pero ahora, en la primavera del 52 veo
que han vuelto más pájaros de los que se fueron el invierno pasado.
Vuelvo por la pendiente de la montaña a mi casa
y en mi habitación está la mujer, con su cuerpo pesado
y lleno de tiempo.

Traducción Raquel García Lozano